Ruta de las Estrellas 2006
Relato de viaje a los grandes observatorios de Chile . Marzo de 2006.
Relato de Enzo De Bernardini
Imágenes de Rubén Barros y Enzo De Bernardini
Este relato narra la experiencia personal del viaje a los grandes observatorios de Chile que tuvimos la oportunidad de realizar entre los días 23 y 28 de Marzo de 2006, gracias a la organización de Sebastián Musso, presidente del CEA (Centro de Estudios Astronómicos de Mar del Plata, Argentina) En estos párrafos se intenta transmitir las experiencias vividas durante nuestra travesía, en la que visitamos los cinco complejos astronómicos de Chile con sus grandes observatorios, y las tres oportunidades de observación que pudimos disfrutar bajo uno de los mejores cielos del mundo.
El grupo de Buenos Aires éramos Rubén Barros, Hernán Soulages y quien escribe. El plan era encontrarnos en La Serena (Chile) el día 23/3 a la noche con el resto de los participantes del viaje, provenientes de Mar del Plata y Cutral-Có (ver mapa)
Para ello hicimos un recorrido directo desde Buenos Aires a Santiago de Chile, y desde Santiago a La Serena, todo vía terrestre. Para dar una idea, el trayecto fue bastante directo, sin paradas largas, y aún saliendo el 21/3 a las 17:30 hora Argentina (TZ-03), llegamos a La Serena el 22/3 alrededor de las 21:00 (hora de Chile, TZ-04)
El trayecto se puso interesante al salir de la terminal en la provincia de Mendoza (donde el ómnibus hizo una parada de algunos minutos) ya que comenzó el amanecer y nos acercábamos a la Cordillera de los Andes, rumbo al paso fronterizo de Los Libertadores. Los caminos son sinuosos, se pueden ver las altas cumbres nevabas y paisajes naturales espectaculares.
Para cruzar a Chile hay que hacer unos papeleos de migración, declaración de pertenencias (cámaras, etc...) y revisión de equipaje en unas instalaciones ubicadas a 3000 metros de altura (Rubén llevaba su GPS, de esa manera teniamos muchos datos) El cielo estaba totalmente despejado, y de un azul profundo y brillante, con aire fresco y limpio.
El cruce de frontera es a través de un túnel internacional bastante largo. Aproximadamente a la mitad del túnel está la línea de unión entre los dos países.
El día Miércoles 22/3 al llegar al hostal "Jofré" en La Serena, ya nos esperaba el resto del grupo. En total éramos 12 personas. Fuimos directamente a cenar todos juntos (por unos CH$1700, el equivalente a unos u 3) Y al día siguiente ya comenzmos nuestro recorrido.
Temprano el Jueves 23/3 cruzamos por el Valle de Elqui para llegar a nuestra primer visita, el complejo astronómico de Cerro Pachón, ubicado a unos 2280 metros de altura. En la cima se ubican el Gemini Sur (con un espejo de 8.1 metros de diámetro) y el SOAR (de 4.2 metros de diámetro) Antes de llegar a los observatorios, nos detuvimos unos momentos en el puesto de control en la base del cerro. Desde allí se podía ver hacia abajo un valle entre las montañas frente a nosotros. Un lugar espectacular. Y mirando hacia el cerro, se divisaban las dos cúpulas de los telescopios, muy blancas y brillantes.
El camino a la cima es sinuoso y polvoriento. El último kilómetro hasta el complejo está asfaltado. Se suben muchos metros en ese trayecto. La llegada a Gemini es imponente. Es un edificio muy grande, blanco y con el clásico diseño de observatorio astronómico, con su cúpula metálica redondeada. Nos recibieron de forma excelente. Lo primero que hicimos fue visitar la sala de control del telescopio, un lugar sumamente tecnológico. Allí mismo nos ofrecieron botellitas de agua y galletitas, mientras nos explicaban muchas cosas sobre el proyecto Gemini y su gemelo en Hilo (Hawaii) Mientras tanto, varios profesionales pasaron y trabajaron en los controles del telescopio.
Luego nos movimos en ascensor hasta donde está ubicado el telescopio. El ascensor en sí es enorme. En ese momento el telescopio estaba inclinado en altura a unos 20º, pero el espejo principal estaba cubierto, así que podíamos ver la cobertura metálica del espejo de 8.1 metros bastante de frente, con el espejo secundario suspendido de la enorme estructura principal justo sobre nosotros. Toda la estructura es enorme. El telescopio entero se mueve en acimut sobre una plataforma gigantesca. La cúpula es muy alta, y en el interior está bastante fresco, ya que mantienen refrigerado los equipos todo el tiempo, para emular las temperaturas nocturnas.
Seguimos recorriendo, ascensor nuevamente, y fuimos al área donde platinan el espejo. Tienen una cámara de vacío donde cada cierto tiempo platinan el objetivo primario del telescopio. Como era de esperar, también es enorme.
Al final del recorrido dentro de las instalaciones del Gemini Sur, estuvimos en el área de reunión, donde hay pantallas y dispositivos para video conferencias. Nos obsequiaron un cd con un "Virtual Tour" y luego salimos al exterior, para visitar nuestro próximo telescopio en el Cerro Pachón, el SOAR.
El SOAR (SOuthern Astrophysical Research Telescope) se localiza muy cerca del Gemini Sur, son unos cientos de metros. Nos movimos con el transporte contratado por el camino que lo conecta con Gemini. El SOAR es un equipo muy moderno, en plena puesta a punto. Ese mismo día estaban instalando un nuevo soporte para el espejo secundario. Hicimos un recorrido por las instalaciones, vimos la sala de control, el instrumental que estaban preparando y admiramos el telescopio. Se veían muy bien los actuadores, los motores paso a paso que controlan la curvatura del espejo (óptica activa)
Desde donde estábamos, la cima del cerro Pachón, se veía nuestra próxima parada: Cerro Tololo.
Hicimos parte del recorrido hacia abajo y seguimos camino hacia Tololo. Es impresionante la cantidad de cúpulas que hay en ese complejo. En la cima se destaca el famoso telescopio Víctor Blanco, de 4 metros de diámetro. Un telescopio histórico, con el que se hicieron muchísimas observaciones muy importantes (como las de estrellas estándares, como nos contaba nuestro guía de lujo) Es notable la diferencia con Gemini por ejemplo, ya que mucho del instrumental de control del telescopio es histórico, sin pantallas de cristal líquido ni conjuntos de computadoras.
Luego visitamos el telescopio SMARTS (Small and Moderate Aperture Research Telescope System) en una cúpula contigua de 1.5 metros de diámetro. Es más moderno que el Víctor Blanco, y podia verse instrumental refrigerado en el objetivo.
Terminado el recorrido, iniciamos el regreso. Fuimos hasta Vicuña a pasar la tarde. Recorrimos la zona, galerías de artesanos, producción de bebidas regionales (como "Pisco") y aprovechamos a cenar temprano, ya que nos esperaba la primer noche de observación, en el observatorio comunal de Mamalluca. Es de destacar que la astronomía en la zona está sumamente integrada a la sociedad. Se encuentran artesanías con las formas de los observatorios, motivos astronómicos por todos lados, incluso el bar donde comimos tenia un mural pintado muy representativo, junto con astrofotografías en las paredes.
Más tarde, emprendimos viaje hacia Mamalluca. El concepto de este observatorio es más que nada turístico. Cobran una entrada (CH$3500, unos u 6.50) Al llegar, optamos por saltear la charla de astronomía básica y pasar directamente a la observación, ya que éramos un "grupo especial", con conocimientos del tema. Teníamos un "Guía Astronómico" miembro activo del grupo del observatorio que nos acompañó durante todo el viaje. En la cúpula central principal tienen un Meade LX200 de 12" (si no mal recuerdo) El problema fue que esa noche estaba descolimado, así que al percatarnos de eso no pudimos usarlo. Salimos al campo, junto al edificio del observatorio, y observamos con un reflector Orion Skyquest de 12", dobsoniano.
Los objetos que vimos fueron NGC 5139 (Omega Centauri), NGC 2070 (Tarantula), NGC 4755 (Joyero), NGC 104 (47 Tucanae), M 104 (Galaxia del Sombrero), NGC 5128 (Centaurus A), M 42 (Nebulosa de Orion) y NGC 3372 (Nebulosa Eta Carinae) Las Nubes de Magallanes eran observables con facilidad a simple vista. Se las veía grandes y brillantes. Y la Vía Láctea relucía de manera espectacular. Medí la magnitud límite en +6.52, pero estoy seguro de que es aún mejor. En condiciones más ideales (más descansado y concentrado) seguramente se logra una mejor marca.
Notas de observación:
- NGC 2070: Estructura filamentosa. Brillante y amplia. Concentración de brillo hacia el centro de la nebulosa, con zonas de nebulosidad más tenue hacia las periferias del objeto, sin límites cercanos definidos. Las estructuras, filamentos y forma son perfectamente visibles con visión directa. En el área se encuentran multitud de estrellas. La nebulosa es visible a simple vista, junto a la Gran Nube de Magallanes.
- M 104: Brillante y amplia. Observable con visión directa. Se percibe la división central con facilidad. La visión periférica revela la mayor extensión de la galaxia. Una estrella de baja magnitud es visible sobre un lado del objeto.
Aunque la ciudad de Vicuña ilumina parte del cielo abajo y a lo lejos, el lugar es excelente. Para criticarlo un poco, voy a decir que quizás es demasiado turístico, entonces no hay el cuidado que me gustaría para realizar observaciones profundas, sobre todo en el control de la luz. Las luces de guía del lugar, aunque rojas son muy brillantes, y los guías usan un láser verde muy brillante para señalar los objetos sobre el cielo. Es una herramienta muy buena, pero no tienen mucho control y llega a molestar. Otra cosa es el horario limitado del observatorio: a las 23:00 hora local cierra. Se puede extender un poco más, pero no nos fue posible quedarnos hasta el amanecer ni mucho menos.
Partimos de Mamalluca, nuevamente hacia La Serena. El Viernes 24/3 lo teníamos libre hasta la noche. Nos levantamos un poco más tarde, y después del desayuno recorrimos un poco La Serena, una ciudad con un marcado estilo colonial en su casco histórico. El símbolo de la ciudad es el faro sobre la playa. Es observable a lo lejos, al final de un recorrido tipo boulevard, con árboles a los lados, que llega hasta la playa sobre el Océano Pacífico, donde se localiza el faro.
Esa tarde aprovechamos para ir a las oficinas del AURA (Association of Universities for Research in Astronomy), para comprar algunos recuerdos (increíblemente, no venden souvenirs en los observatorios, solo en estas oficinas y en La Silla conseguimos algunas cosas) Se pueden comprar lapiceras, tazas, algunos póster, llaveros, vasos térmicos y algunas cosas más. Las oficinas están dentro de un complejo estilo "barrio cerrado", con un control de seguridad en la entrada y edificaciones separadas por caminos en curvas y en subida. Están casas donde reside el personal, oficinas, pileta...etc. Un lugar muy confortable parece. Desde lo alto de una curva puede verse el océano y la ciudad de Coquimbo de fondo, con tu símbolo característico, la Cruz del Milenio en lo alto de un cerro.
Esa misma noche teníamos nuestra segunda jornada de observación. Esta vez en el observatorio Collowara. Hicimos el camino de subida en plena oscuridad, y para nuestra sorpresa, en medio de la montaña, la comunidad de Andacollo. Nos detuvimos a comprar algunas provisiones y seguimos viaje. Collowara también es un observatorio turístico. Es más nuevo que Mamalluca. La entrada cuesta CH$2500 (unos u 4.50) El observatorio tiene un diseño muy interesante. La cúpula central posee un telescopio Meade LX200 de 14", y afuera del edificio principal hay tres terrazas ubicadas en los extremos de un recorrido en forma de cruz. Ahí se ubican otros telescopios desmontables.
Antes de observar, nos dieron una breve presentación con video incluido. Uno de los guías locales mostró los objetos planeados para observar esa noche. Con el 14" de la cúpula central vimos M 104 a pedido de Rubén. Se la observaba brillante y grande. Todo un espectáculo. También vimos Júpiter (algo bajo) y Saturno (increíble la resolución que se lograba)
Después pasamos a las terrazas y seguimos viendo otros objetos. Aprovechamos para sacar varias fotografías de campo amplio con cámara digital. Los cielos eran excelentes. Lo único que molestaba era una zona de explotación minera que se veía medianamente lejos, abajo, y estaba iluminada. Igual que en mamalluca, a cierta hora de la noche el observatorio cierra, así que con toda la pena del mundo tuvimos que suspender la observación y volver a La Serena. Fuimos los últimos en irnos. Había salido todo el personal del observatorio, solo quedaba la gente de seguridad.
El día siguiente, Sábado 25/3, empezaba el gran tramo final de nuestro viaje. Esa mañana era la última en el hostal (ultima vez que dormíamos en una cama, ultima vez que nos bañábamos, por mencionar dos cosas) Salimos temprano para el cerro La Silla, junto con todo nuestro equipaje y provisiones.
Al llegar a La Silla, el guía para la visita no había llegado, así que el guardia en el puesto de control en la base del cerro nos sugirió que vayamos primero directo a Las Campanas (lo que era nuestra segunda visita del día) Las Campanas no tiene puesto de control en la base, sino que se puede acceder hasta bien arriba del cerro. Así fue, entonces, cambiamos rumbo y fuimos a Las Campanas. Los dos complejos están relativamente cerca. Desde la cima de uno puede verse el otro.
Las Campanas es un lugar espectacular. Se destacan los dos grandes telescopios de 6.5 metros cada uno, el Walter Baade y el Landon Clay (Magallanes I y II), junto con otros observatorios y surveys, como el de ASAS-3.
Algo impresionante en esta visita: dentro del telescopio Irénée du Pont (de 2.5 metros de diámetro, perteneciente a la Carnegie Institution of Washington) movieron el instrumento hasta que vimos el espejo casi de frente, y luego abrieron y rotaron la cúpula del observatorio. Es impresionante la sensación de no saber bien si se está moviendo todo el piso o la plataforma donde uno está parado.
También vimos las salas de control, muy modernas. Nuestra guía fue una astrónoma investigadora en el complejo, argentina, que estudió en la Universidad de la Plata, en la Facultad de Astronomía.
Finalizada la visita en Las Campanas, volvimos a La Silla, donde ya pudimos subir y hacer nuestro recorrido. La Silla es un lugar simplemente impresionante. Está lleno de cúpulas en elevaciones en la cima del cerro. También hay un radiotelescopio submilimétrico. Primero nos dieron una pequeña charla introductoria en un auditorio en las oficinas del complejo y luego salimos a recorrer telescopios.
Uno de los equipos visitados fue el NTT (New Technology Telescope) de 3.5 metros. Pudimos ver el espejo principal, ya que apuntaba hacia el cenit y no estaba cubierto. Impresionante ver la curvatura del espejo. Visitamos las salas de instrumental a los lados del equipo, donde se ubican los detectores (como el SOFI) con que estudian la luz que recibe el telescopio (unas salas también frías, con instrumental refrigerado)
Luego volvimos a las oficinas, donde pudimos conseguir algunos recuerdos más (linternas, gorras, remeras) Al recorrer los pasillos, se ven afiches con fotografías tomadas por el VLT y otras imágenes. El logo del ESO (European Southern Observatory) está por todas partes. La Silla es un lugar fantástico.
Terminada nuestra visita, emprendimos viaje a lo que sería la cúspide de nuestra aventura astronómica: visitar Cerro Paranal, con los telescopios más grandes del mundo. Para eso, debíamos recorrer 1100 kilómetros cruzando por el desierto de Atacama. (notar que los telescopios Keck en Hawaii tienen 10 metros de diámetro, pero son segmentandos, los de Paranal tienen un espejo único de 8.2 metros)
Alrededor de las 3:00 hora de Chile nos detuvimos en medio del desierto para hacer observaciones. El sitio era absolutamente oscuro. No había rastro alguno hacia ninguna parte de contaminación lumínica de ningún tipo, exceptuando los vehículos que eventualmente pasaban a unos 150 metros de donde estábamos ubicados. Es quizás el mejor cielo que vi en mi vida. La Vía Láctea brillaba como nunca. Impresionante.
Y algo destacable: el salir Venus, poco después notamos que proyectaba una clara sombra!. La luz del planeta y la oscuridad eran tales que podíamos ver la sombra que proyectaban los objetos!. Estuvimos a punto de hacer una imagen del fenómeno, pero la Luna, con un fino menguante, salió poco después. Como nota de observación, NGC 5128 y M 104 eran fácilmente localizables con binoculares (10x50)
Después de recorrer la ruta durante toda la noche, poco después del amanecer nos detuvimos en "La Mano del Desierto", una obra de arte que sale del suelo. Es una mano gigante que emerge del desierto, como su contraparte que está en las arenas de las playas de Punta del Este, en Uruguay. Aprovechamos para sacarnos varias fotografías y para admirar el desierto de Atacama. El suelo es algo arenoso. Con piedras y cerros de mediana altura hasta el horizonte, con cierto color amarronado (parecido a Marte, pero menos rojo y con cielo azul) No se ve un solo árbol ni rastros de vida hacia ningún lado. La mañana era fría y con cielo despejado.
El camino de ida hacia Paranal lo hicimos por una ruta que es transitable de noche, pero es más larga. Hay una más directa pero está en construcción y las condiciones de manejo son desfavorables. Esta ruta nos llevaba más al Norte, casi llegamos hasta el trópico (faltó casi 1º de latitud únicamente) El tramo final es por una ruta polvorienta, que realmente cruza el desierto. No se ven rastros de civilización hacia ningún lado. Recién acercándonos a Paranal, justo donde comienza el tramo final a la base del cerro por ruta asfaltada, hay una estructura con el logo del ESO que dice "Paranal Observatory" anticipando la llegada.
Llegando a la base del cerro Paranal, ya se ven las estructuras en la cima. Esperamos en el puesto de control que llegara la hora de nuestra visita, mientras admirábamos el paisaje y sacábamos fotos. Es impresionante, por ejemplo, estar uno de los lugares más secos de la Tierra y aún así ver el Océano Pacífico a lo lejos, en el horizonte.
Como nota adicional, la temperatura medida a la sombra ese día era de 18º C, y sobre el nivel del suelo, al Sol, la marca del termómetro llegó a 43º C. Había algunas ráfagas de viento intermitente que levantaba polvo y generaba torbellinos momentáneos.
Cuando ingresamos, primero vimos un breve video en el centro de visitantes, y agarramos nuestros cascos por seguridad. Luego fuimos hasta le cima del cerro Paranal, al pie de los grandes telescopios. Es un lugar impresionante. Las estructuras de los cuatro telescopios son gigantescas. Los espejos son de 8.2 metros cada uno, y tienen cuatro así, Antu, Kueyen, Melipal y Yepun (Sol, Luna, Cruz del Sur y Venus) Forman el VLT, Very Large Telescope, ya que la idea es que lleguen a trabajar en conjunto (interferometría)
Ingresamos a ver el Melipal. Pudimos ver el espejo principal (el telescopio apuntaba al cenit), enorme. La estructura que sostiene el telescopio es gigantesca, y todo eso rota en acimut sobre una plataforma enorme. Pudimos ver girar todo el conjunto. Fue impresionante la suavidad con la que movían algo tan grande. También subimos las escaleras para ver todo el conjunto desde mas arriba, sobre el eje de altura aproximadamente. El edificio que contiene el telescopio es gigantesco, y ver cuatro de ellos uno junto al otro convierten a Paranal en el paraíso astronómico. Sumado a eso, hay tres telescopio auxiliares más pequeños (de 1.5 metros), los cuales son movidos sobre rieles y asisten a la hora de hacer interferometría con los grandes telescopios, y otro de tamaño medio a un lado del complejo. Es un sitio impresionante.
Después de ver el gigantesco telescopio, fuimos a recorrer las oficinas de control, donde se podía ver a los profesionales trabajando, viendo las pantallas con datos del telescopio y otras cosas. En las paredes se lucían imágenes logradas con el VLT y diferentes gráficos. Se lo veía como un lugar agradable y tranquilo. Debe ser toda una experiencia trabajar ahí.
En este momento enviamos con Rubén el mensaje al foro usando la red inalámbrica del complejo, entre los grandes telescopios.
Antes de terminar esta visita, recorrimos parte del hotel de los astrónomos: una estructura semi enterrada, construida en la ladera del cerro, hacia la entrada del complejo. Un verdadero oasis en el desierto. Al entrar se siente la humedad ambiente, con una temperatura constante de 27º C. Hay una sección esférica amplia y translucida en el techo por donde entra luz natural. Hay plantas y una pileta para nadar. Biblioteca, sala de cine, sauna, restaurante, habitaciones para los astrónomos y todo lo necesario para vivir confortablemente a pesar de estar tan aislados en medio del desierto. Es absolutamente bello.
Volvimos al centro de visitantes. Dejamos nuestras identificaciones y cascos de seguridad y empezamos el regreso.
Tomamos la ruta corta, que bordea la costa al pie de las montañas. Vimos el atardecer en el Océano Pacífico justo antes del pasar por la comunidad de Taltal. Nos detuvimos a cenar, y seguimos camino hasta La Serena nuevamente, a la que llegamos temprano en la mañana del Lunes 27/3. Tomamos otro transporte hasta Santiago y ahí empezamos a tomar rumbos distintos.
Por cuestiones de horario, esperamos en Santiago hasta la noche y tomamos un micro hasta Mendoza (cruzando el paso de frontera en plena noche, donde en medio de la Cordillera de los Andes el cielo se veía espectacular también) y de Mendoza poco después hasta Buenos Aires. Llegamos el Martes 28/3 tarde por la noche.
Este es mi relato del viaje. Una experiencia espectacular, un sueño conocer todos los complejos astronómicos y ver los grandes telescopios, y eso se lo debemos a Sebastián Musso, quien con mucho esfuerzo pudo organizar toda la travesía.
Enzo De Bernardini
- Información Adicional:
- Cerro Pachón / 30º 20' Sur / 70º 59' Oeste / 2282 msnm
- Cerro Tololo / 30º 10' Sur / 70º 49' Oeste / 2000 msnm
- Cerro Las Campanas / 29º 00' Sur / 70º 42' Oeste / 2280 msnm
- Cerro La Silla / 29º 15' Sur / 70º 44' Oeste / 2400 msnmv
- Cerro Paranal / 24º 48' Sur / 70º 24' Oeste / 2635 msnm
El mapa muestra la ubicación de los complejos astronómicos visitados, junto con las principales ciudades de paso o destino y las ciudades de origen del grupo de viaje.